Mar Adentro

Mar Adentro

Finalmente, después de un año he hecho mi tarea de etica (investigar sobre métodos anticonceptivos ya no era tan necesario ;) ), aunque ganadora al oscar, muchísima gente de la que reconozco su crítica la recomendaba, nunca me llamaba la atención lo suficiente para buscarla, todo fue una casualidad de haberla encontrado en un aparador después de la necesidad de cubrir las 3 películas de ley en el videoclub y la última no reclamaba aún su lugar.


Vivir no es una obligación, sino un derecho

Tal vez con eso es suficiente para catalogar y hacer un spoiler enorme de ella, pero al fin y al cabo es necesario mencionarlo, básicamente Ramón me parece sorprendente, casi incomprendible de llevarlo a cabo, desear un cambio tán fácil que puede ser arrebatado sin permiso de nadie, esperar tanto y a la vez desafiarlo con elegancia hasta vencerlo con un estilo muy particular ante toda la sociedad, pedirlo para reconocerlo como bien visto, aunque de no lograrlo realizarlo por él sin chistarlo, como él lo argumenta al final de la película, que la decisión al fin y al cabo fue de él independientemente de las manos que llevaron una pequeña parte del hecho a suceder.

Algo que en todo el filme no dejo de llamarme la atención, fue esa atracción que irradiaba Ramón sin siquiera mover un dedo, que sus palabras pudieran conmover a 2 mujeres, ellas que son casos distintos de vida y que aún así quedan encantadas, una unida por las penas e inclemencias físicas que comparten, la otra por la soledad y desentendimiento de la sociedad por preocuparse por su persona, lo que parece que las une, creo que es algo que he vivido con el tiempo es que el desprecio y renuencia de Ramón a negarles su cariño por su entrega desmedida, hasta el grado de controlarlas es algo que las mujeres al parecer siempre les parecerá atractivo.

Dejo el poema, no sin antes preguntar, ¿acaso cualquier sentimiento es igual que la vida?:

Amar, olvidar, extrañar, sentir, no es una obligación, sino un derecho.

Mar adentro,
mar adentro.

Y en la ingravidez del fondo
donde se cumplen los sueños
se juntan dos voluntades
para cumplir un deseo.

Un beso enciende la vida
con un relámpago y un trueno
y en una metamorfosis mi cuerpo no es ya mi cuerpo,
es como penetrar al centro del universo.

El abrazo más pueril
y el más puro de los besos
hasta vernos reducidos
en un único deseo.

Tu mirada y mi mirada
como un eco repitiendo, sin palabras
'más adentro', 'más adentro'
hasta el más allá del todo
por la sangre y por los huesos.

Pero me despierto siempre
y siempre quiero estar muerto,
para seguir con mi boca
enredada en tus cabellos.