Jornadas Regias

Pues después de más de 5 años, volví a la ciudad rodeada de imponentes gigantes, laderas de pendientes verdes y densas que todos los días me retaban a conocerlas, lamentablemente no fui con esos propositos a visitarlas.



Y me fui a Monterrey, las primeras impresiones fueron malas, provocadas por mi, aún asi no se me olvidará que ahi perdí mi agenda/celular que tanto me hace llevar mi diario andar lo mejor organizado posible, que los ejecutivos del front desk del hotel en el que me hospedé fueron pesimos recepcionistas, me trataron mal y todo fue muy ajetreado para llegar listo en menos de 20 minutos a todos los días del evento (que por lo regular asi fueron la mayoría de las mañanas).

Primer evento en el que asisto que nadie trabajaba en un área en común a lo que yo hago día a día, me veían con cara de sorpresa al saber que alguién técnico se interesará en cuestiones administrativas, lo encuentro enriquecedor pero a la vez aburrido, el trato con la gente es complicado y no se valuarlo aún al grado que me lo hicieron ver en los talleres y conferencias, creo que mi "formación humanista" se queda corta al haber llegado a escuchar conferencias en donde se hablaba tanto el como un ambiente laboral amable puede ser la clave de la eficiencia fuera de la tecnología, avances, procedimientos, sueldos etcétera; las jornadas eran cansadas, muy largas y yo llegaba muy bajo de ánimos a concocer la ciuda', que al final con comentarios y experiencia propia me deja en claro que no es una ciudad de la que yo pudiera disfrutar en sus limites urbanizados.

Todas las mañanas al despertar 2 cosas me iluminaban el rostro, ver el cerro de la silla al fondo, y recordar la mirada de la mujer que lleva mi vida a la deriva de la ilusión con su encanto.

Volví a ver a (sí sí, aunque prefiera que le llamen Bere) Nuria, se notó que cambiamos en muchas cosas sobre todo físicamente, pero en el fondo se ve que seguimos en nuestro plan de competencia, mucho más pacífico, pero sigue vivo y en parte me gusta, sé que me ha sobrepasado pero como personas creo que seguimos siendo buenos amigos, conocí a su amiga Julia, viene de un "poblado no muy lejos de Stuttgart", nunca me supo decir el nombre parecía que le daba pena.

Fui a conocer el Parque La Fundidora gracias a Nuria y Julia, curiosamente, nos dejaron pasar al parque y sin darnos cuenta recorrimos el parque casi por completo siendo que estaba restringido debido al Forum de las Culturas , estaban remodelando y nos fuimos de colados, es imponente conocer las naves industriales y hornos en los que trabajaban los regios en aquellos tiempos, me recordó los talleres de ferrocarriles de aguascalientes, pero no tienen comparación, pienso como nos estamos convirtiendo en mi ciudad en un lugar similar a monterrey aunque a diferente escala XD, GRACIAS a las 2!.


Al final del ultimo día, después de dejar a las chicas germanas (les encantaba hablar en alemán cuando querian decir groserias o que no se enteraran el taxista o yo de algo, lamentablemente no contaban con mi astucia jojojo) me acerque al Museo Marco, al parecer muy famoso y de los mas visitados en la Macro Plaza, pude asistir a la muestra de la obra de Frida Khalo promovida por el Forum , lamentablemente no pude tomar fotos porque no lo permitian; me parecio pocas las pinturas que estaban en el museo, yo tenía una idea de que Frida había pintado muchas más, probablemente faltaron o el museo no contaba con el suficiente espacio, pero en donde me quede encantado un buen rato fue en una sección donde concentraban cerca de 50 cartas de Frida escrita a familiares, amigos y por su pollo a "Dieguito", me encanto ver el cariño y el cuidado con el que escribia, las frases similares a las que escucho en mi pueblo cuando se platica de cualquier tema diario, algo que creo el internet y el email no ha podido rescatar de la antiquísima "tarea artesanal" de escribir cartas, me encanto la frase en que Frida le escribe a su hermana y le dice "Diego ya está mejorcito", me hizo sentir como en la casa de mi abuela donde uno platica las horas de banalidades que llenan el corazón de calor y calma.

Espero volver algun día a monterrey, pero esta vez tendré que ir mucho más alto donde la humedad no acalore tanto como en la ciudad, para mejor morirme de frio jajajaja.